Las prácticas médicas, y en ellas se incluye la odontología, han sabido aprovecharse de las nuevas tecnologías, cuyos avances han traído nuevas formas de hacer las cosas, con amplios beneficios para los pacientes.
Gracias a las nuevas técnicas, los dentistas están mejor equipados para diagnosticar y tratar enfermedades bucodentales, lo que les permite ofrecer un tratamiento mucho más rápido y que resulte menos invasivo y más cómodo para el paciente.
Uno de los tantos avances que ya se usan de forma común en las clínicas dentales es la radiografía digital. Su importancia radica en que las ventajas que ofrece ante las radiografías convencionales y que permite hacer un diagnóstico inmediato para detectar cualquier problema por pequeño que sea.
El láser ha sido otro gran hallazgo. Hoy se usa en tratamientos periodontales para minimizar sangrado y evitar hinchazón en las encías. También son de gran ayuda en los famosos blanqueamientos dentales.
Las cámaras intraorales son otros de los aparatos nuevos y favoritos de los dentistas. Ofrecen una imagen ampliada de la boca del paciente para comprobar su estado.
Fuente: Noticias Dentales