Dentistas mexicanos son un referente mundial en turismo médico dental, una industria cuyo valor ya alcanza los 1,000 MDD al año.
Elva de la Torre, residente de Tucsón, Arizona, acudía a los servicios dentales en Estados Unidos hasta que descubrió, al cruzar la frontera, una poderosa razón para dejar de hacerlo. Mientras llegó a pagar hasta 2,000 dólares por una endodoncia en ese país, en México le cuesta 30% de ese monto.
Desde hace cinco años, ella y sus padres asisten regularmente a una clínica dental en Nogales, Sonora, a unos cuantos metros de la garita de entrada a México.
“Mis padres van a que les hagan coronas, rayos X, y mantenimiento, yo voy a mis limpiezas. Nos gusta que los doctores sólo te recomiendan lo que realmente necesitas”, comenta De la Torre.
México es el segundo destino mundial de turismo médico, con un millón de pacientes al año, sólo después de Tailandia, con 1.2 millones, y el primero en turismo dental con, aproximadamente, el 30% del total de procedimientos médicos que extranjeros se realizan aquí.
ProMéxico estima que el valor del turismo médico fue de 3,691 millones de dólares en 2017 y que crecerá 6% en 2018.
Personas de Estados Unidos y Canadá que vienen de las partes frías y se quedan ya sea del lado de Arizona o Texas, explica Carlos Arceo, presidente del Consejo Mexicano de la Industria del Turismo Médico, organismo integrado por 178 empresas del sector.
La derrama del turismo dental en México fue de 1,000 MDD en 2017, un 7% más que en 2016, según estimación de la Agrupación Mexicana de la Industria y el Comercio Dental.
En un análisis, ProMéxico refiere que el ahorro en servicios médicos en México en comparación con Estados Unidos va entre 36 y 89%. Mientras que en el vecino país un implante dental cuesta unos 2,800 dólares, aquí, el procedimiento es al menos 40% más barato.
Además es más fácil cruzar la frontera para ir al dentista que pasar por el largo proceso de aprobación de las aseguradoras estadounidenses, que no siempre cubren servicios dentales. Asimismo, los extranjeros prefieren el trato cálido del equipo médico mexicano.
Los consultorios dentales están establecidos en avenidas cercanas a los puertos de entrada a México, en ciudades como Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo y Tijuana.
En Estados Unidos, el seguro médico no siempre incluye la atención dental, y quienes lo tienen, cuentan con coberturas de entre 1,500 y 2,000 dólares al año. Eso apenas alcanza para cuidados preventivos.
El auge del turismo dental ha desarrollado incluso dos destinos: Nuevo Progreso, Tamaulipas, y Los Algodones, Baja California.
Son sitios únicos en el mundo porque, de octubre a marzo, reciben al menos 2,000 pacientes al día, dice Arceo.
Son personas retiradas y sus acompañantes que requieren restauraciones, implantes, ortodoncias, entre otros servicios, explica Alejandro Rodríguez, director de Operaciones de Sani Dental Group en Los Algodones, que recibe unos 10,000 pacientes anuales.
Es una localidad de entre 4,000 y 6,000 habitantes. Todo está pegado a la frontera y en un radio de unas tres cuadras hay unas 300 clínicas, dice.
Los turistas buscan calidad, el trato amable y profesionalismo, pero, sobre todo, el gran ahorro en procedimientos mucho más complejos.
Hemos tenido casos que nos mandan cotización de 120,000 a 140,000 dólares por procedimientos para personas edéntulas, o que hay que restaurar, y eso baja a 20,000 o 25,000 dólares, asegura.
El destino comenzó a popularizarse hace 20 años por la promoción de boca en boca. Ahora, hay toda una estrategia de mercadotecnia con paquetes que incluyen alojamiento. “Es un destino muy peculiar porque en México es poco conocido, y a nivel internacional es popular”, añade Rodríguez.
Otros destinos mundiales, como Puerto Vallarta, Cancún y Los Cabos, están aprovechando el boom del turismo dental, asegura Ludwig Estrada, director de la Secretaría de Turismo de Puerto Vallarta.
Fuente: Expansión
